martes, 21 de abril de 2020

UN REGALO SIN BRINDIS, Y UN BRINDIS SIN REGALO








Por; Luis Muñoz Palomo

REFRANES Y FRASES TAURINAS.

Delante de los toros, hay que crecer media vara.



UN REGALO SIN BRINDIS, Y UN BRINDIS SIN REGALO.

El protagonista de la siguiente anécdota fue un torero de Écija, un Corazón de León de nombre Jaime
Ostos, buen torero y extraordinario estoqueador, que compitió con los mejores de su época, en la que, la nómina de grandes toreros, fue de las más notables de la historia del toreo.
Un amigo de Jaime Ostos, tenía buena relación con una marquesa muy aficionada a los toros. Sabiendo que esta señora iba a presenciar la feria de Pamplona en San Fermin, se aventuró a decirle. En Pamplona mi amigo Jaime Ostos te brindará la muerte de un toro.
Ostos en su primera corrida estuvo bien para el buen aficionado, pero no así para las peñas Sanfermineras.
Por la noche la Marquesa ofreció una cena para muchos invitados, entre ellos se encontraba Jaime Ostos. La Dama se dirigió al torero y le preguntó:
¿ Ha estado usted en los toros esta tarde ? Si, fue la Respuesta del diestro. Pues que decepción, me habían hablado muy bien de un tal Jaime Ostos y no he visto en mi vida a un torero más pedante, peor torero, y más sinvergüenza que se ha burlado del público esta tarde.
Que me va usted a contar a mi de Jaime Ostos, contestó el torero, lo conozco desde toda mi vida.
Al momento llegó el amigo del torero que sin saber nada le dice a su amiga la Marquesa:
¿ Que te está contando el matador ? ¿ Acaso lo mal que ha estado esta tarde ? La señora reaccionó y le dijo al torero:
Tómelo usted como quiera, pero sepa que desde el primer momento yo sabía que usted era Jaime Ostos. Pues de la manera más respetuosa lo he tomado señora, respondió Ostos.
Gracias, disculpen un momento y la Marquesa se ausentó.
A los pocos minutos regresó con un reloj de oro en la mano. Tenga es el regalo que tenía preparado por si usted me brindaba un toro esta tarde. Gracias señora, yo no sabía que tendría que brindarle un toro.
Dos días más tarde en la segunda corrida que toreaba Ostos en Pamplona, le brindó el torero un toro a la Marquesa, al que le cortó las dos orejas y el rabo saliendo en hombros de la plaza.
Pero eso si. Hubo regalo sin brindis y brindis sin regalo.

EN LA MONUMENTAL DE MADRID, SIEMPRE SE HAN COMETIDO ERRORES.

El torero Marcos de Celis fue un genio incomprendido.
En el año 1962 actuando en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid vestido de grosella y oro viejo, en la lidia de su segundo toro, Marcos de Celis tomó la muleta y espada y comenzó la faena de muleta con la montera calada hasta las cejas, provocando este hecho una sonora bronca monumental.Un público ignorante del reglamento del toreo, totalmente sin razón como recogió la prensa al día siguiente en artículos de cronistas del momento como Cañavate y Zabala etc.
Esta práctica estaba contemplada en el articulado del reglamento, habiendo sido utilizada anteriormente.
Lo que es la vida, años después cuando un día el torero Luis Francisco Esplá rescató el hacer faena de muleta con montera puesta, recibió una fuerte ovación. Madrid siempre fue una plaza que da y quita, unas veces con razón y la mayoría sin ella.



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