Plaza de Acho 250 años de antigüedad
La Tauromaquia, entendida como el conjunto de conocimientos y actividades artísticas, creativas y productivas, incluyendo la crianza y selección del toro de lidia, que confluyen en la corrida de toros moderna y el arte de lidiar, ha sido declarada Patrimonio cultural español, digno de protección en todo el territorio nacional (Ley 18/2013 de 12 de noviembre).De conformidad con la obligación de los poderes públicos de
promover y tutelar el acceso a la cultura (art. 44 CE) y de garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España (art 46 CE), la Ley 18/2013 establece la competencia de la Administración General del Estado de garantizar la conservación y promoción de la Tauromaquia como patrimonio cultural de todos los españoles, así como de tutelar el derecho de todos a su conocimiento, acceso y libre ejercicio en sus diferentes manifestaciones y, en concreto, a desarrollar medidas de identificación, documentación, investigación, valoración y transmisión de este patrimonio en sus distintos aspectos (art. 5 de la Ley 18/2013).
Desde 2011, atendiendo precisamente a la naturaleza cultural de la Tauromaquia, las competencias de la Administración General del Estado en cuanto al fomento y protección de la Tauromaquia se atribuyen al Ministerio de Cultura, ubicándose en la actualidad en la Dirección General de Bellas Artes (art. 5.1 l) del Real Decreto 509/2020, de 5 de mayo, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Cultura y Deporte).
unidades de la Dirección General de Bellas Artes desarrollan, directamente o en colaboración con el sector profesional taurino, relacionadas con los aspectos culturales de la Tauromaquia como manifestación del Patrimonio cultural español.
Tal definición encuadra en todos los protocolos de la UNESCO sobre
Cultura, esto es, una expresión inmaterial única y original que definela manera de ser de un grupo humano. La tauromaquia, cuando fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo de Francia, demostró que podía satisfacer de manera cabal los 5 protocolos de la UNESCO sobre la determinación de una Cultura. Los taurinos somos una gran realidad cultural, aunque seamos una minoría -que no lo creo- y que tiene sus propios rituales (el toreo), artes vivas (confección de traje de luces, de instrumentos para torear), metalenguaje (la caló taurina), modos de vestir (la inconfundible vestimenta de un taurino),
gastronomía (viandas y bebidas únicas derivadas de las corridas y consumidas en ellas), saberes ancestrales de la naturaleza (la cría artesanal del toro bravo) y un programa social de transmisión endógena de todo este acervo cultural (escuelas taurinas, tradición taurina familiar, bibliotecología taurina). Lo anterior logra unificarse en una visión del mundo, una forma de ser a la que corresponden sus expresiones, estéticas y éticas particulares; asimismo logra conformar un grupo y una identidad que por su fuerza perdura a través de los siglos.