ACHO EN LA ENCRUCIJADA por: Edwin Ramírez Pinto
La vida es siempre una encrucijada, un cruce de caminos que exige tomar determinaciones sobre la vereda a seguir y afrontar sus consecuencias. La Beneficencia Pública de Lima propietaria de la plaza de Acho, es sin duda un buen ejemplo de la encrucijada y que debe afrontar en lo que va a la fecha muy cercana: primero el aniversario de fundación de los 250 años de nuestra querida y venerada plaza, y después y aceleradamente la licitación y la buena pro a la empresa que llevará los destinos de la plaza y de su feria, que es lo más importante.
La Beneficencia ha sido duramente cuestionada por su falta de manejo que rige los destinos de la plaza, y por la imposición de los impuestos elevados a los licitadores. Tanto la Beneficencia como la Municipalidad del Rímac deben rebajar la tasa de impuesto a los licitadores, para que estos puedan acceder a la buena pro. La rebaja de los impuestos indirectamente también beneficiaría al aficionado, en adquisición de entradas más baratas. No dejen que Acho se cierre para el beneplácito de los grupos antitaurinos.
Con los altos impuestos que autoriza la Beneficencia y la Municipalidad del Rímac, la tutoría de Acho es inmanejable para cualquier empresa adjudicataria. Allí tienen el ejemplo de Citotusa. El exitoso empresario francés Simón Casas ya lo manifestó que en Acho y en esas condiciones es muy difícil hacer empresa. De otro lado señores de la Beneficencia y Municipalidad del Rímac tampoco es ético pedir gran cantidad de pases de cortesía, si después dichos pases no se si es de una o de las dos instituciones, se están vendiendo en las inmediaciones de la plaza por los llamados revendedores. ¿Esto a quien le favorece?... A la empresa no creo. Señores hagan bien las cosas que nos quedamos sin ferias los próximos años, y como dige renglón arriba, para el beneplácito de los antitaurinos que nos aprecian bastante. Señores de la Beneficencia y municipalidad distrital del Rímac, ustedes tienen la palabra.
Fuente: Edwin Ramírez Pinto