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sábado, 15 de marzo de 2025

"Rovira" figura del toreo

 



Viva la Fiesta Brava


Raul Acha Sáenz "Rovira" figura del toreo de nacionalidad argentina, peruana y española, figura del toreo en el siglo pasado y padre del cantante y

novillero Emmanuel.

Rovira, de ascendencia española y quechua nace en Buenos Aires Argentina, en 1920, viaja a inicios de la siguiente década a España, donde participa en varias capeas y consolida su afición por la tauromaquia. Lamentablemente iniciada la guerra civil y tras estar en un campo de concentración, regresa a América para instalarse en Lima y adquirir la nacionalidad peruana.


Regresa a España para la te pirada 1945-1946, tomando la alternativa en Barcelona, de manos de Manuel Escudero y contando de testigos Julián Marín y Luis Briones.

Sus habilidades como estoqueador lo colocaron en la tercia de los mejores matadores de la época,


compitiendo con Dominguin y Manolete,  cuya muerte en Linares de este último no hizo más que acentuar más la competitividad entre el padre de Emmanuel y  el de Bose.

Rovira falleció en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, México, un 04 de junio del 2007 a la edad de 87 años y a consecuencia de una enfermedad cardiovascular.


Entre su descendencia destaca su hijo Emmanuel, producto de su matrimonio con la tonadillera Conchita Martínez; así como Alexander Acha, hijo de éste y por ende nieto de Rovira, siendo ambos (hijo y nieto) grandes aficionados por la tauromaquia y destacando Emannuel como novillero, quien por afición, trató, en su momento, de seguir los pasos de su padre.

Tras la guerra civil española, y una estancia en un campo de concentración en Francia, regresa a Argentina, donde realiza los más diversos trabajos. Sin embargo, marcha al Perú para continuar dedicándose a los toros, participando en novilladas.1​ Es ganador del Trofeo de la Feria de Lima antecesora de la Feria del Señor de los Milagros en el año 1944. Tomó la alternativa en España el 24 de junio de 1946, en Barcelona siendo su padrino de Manuel Escudero junto con Julián Marín y el mexicano Luis Briones. El 10 de octubre, tomó la confirmación en Las Ventas, con toros de Joaquín Buendía, siendo su padrino "Gitanillo de Triana" y testigo Agustín Parra "Parrita". Rovira salió por la puerta grande de Las Ventas en cuatro ocasiones: en 1947, 1948, y dos veces en 1949.​ El 12 de junio de 1947 actuó en Las Ventas en la corrida a la que asistió Eva Perón, en calidad de torero nacido en Argentina.


“El Bola”, gran cantante, (Emmanuel) al que sus frágiles rodillas le impidieron caminar los senderos del toreo, organizó un homenaje a su padre, al que asistieron Juanito Bienvenida, Manolo Lozano, Alfonso Ramírez “El Calesero”, el periodista mexicano Guillermo Salas, el compositor Manuel Alejandro, Gabriel Alonso, El Tano y El Churri, Marcial Ayaipoma y los hermanos Antonio y Alfonso Galán, entre muchos amigos del maestro. 

Rovira llegó a torear 18 tardes y corto 12 orejas en Madrid donde pudo haber sido el homenaje pero el significado de Lima en la vida Rovira, es mucho más grande porque tiene que ver con las raíces del hombre y del torero.

sábado, 8 de junio de 2024

Vuelve Marbella para revivir la fiesta brava con un cartel de lujo



 Vuelve Marbella corrida de reapertura y del 60 aniversario de la inauguración del coso de Marbella con un gran ambiente para revivir la fiesta brava con un cartel de lujo. 

Alejandro Talavante revienta la tarde al natural, dos orejas y rabo de un gran toro de El Freixo


JOSÉ MARÍA MANZANARES, recibio a su primer astado por licidas veronicas, estuvo muy cómodo con la muleta, un toreo de gusto y empaque. El mayor calado en los tendidosas tandas fue por la diestra llegando a los los tendidos teniendos, mucha ligazón, temple y profundidad con los trastos. En la tanda final hubo un gran cambio de mano que puso al público en pie y con una gran estocada, dos orejas de ‘Borrachín’.

ALEJANDRO TALAVANTE, se lució en un
quite por chicuelinas al segundo de Carlos Núñez, el toro de apuntó la querencia en los primeros tercios y al llego totalmente rajado a la muleta desentendiéndose totalmente. Talavante de jo un buena estocada sin premio.


ANDRES ROCA REY lo vio claro desde el primer momento con un tercero de Juan Pedro Domecq con el hiero de la V de Veragua, al que sometió con poder sobre el piton derecho inmediatament al comenzar su faena de muleta. por el piton izquierdo huvo poco trasteo pero dio un gran arrimón en la corta distancia metiéndose entre los pitones con mucha verdad desatando el júbilo del público, que pidió el indulto. toco hueso previo a buena estocada, cortó dos orejas muy merecidas. 

Manzanares administro bien al cuarto
con el hierro de Álvaro Núñez un animal de una gran clase pero justo de poder, lo sometio poco a poco supo administrarle con tiempos y temple, extrayendo muletazos elegantes, Una media estocada al segundo intento para que paseara una oreja.


Alejandro Talavante formó un lio con un gran quinto toro con verónicas a pies juntos con mucho ajuste y vibración, entendió desde el primer momento las grandes virtudes de El Freixo. Inicio su faena de muleta en los medios de rodillas pasándose el toro por ambos pitones poniendo al público en pie, lo sometió con la derecha con temple a un astado con mucha codicia, finalizaría con unas bernardinas, gran estocada, cobrando los máximos trofeos.

Andres Roca Rey la muleta el toro no
dio facilidades con el sexto con hierro de Santiago Domecq, bruto, quedándose corto y soltando la cara. Andres lo obligó a embestir por abajo en una tanda y el toro termino por rajarse negando cualquier lucimiento. Andres muy por encima de el toro. Estocada, descabello. Silencio.



Ficha del festejo;

Plaza de toros de Marbella, Málaga. 

Corrida de Toros sábado 8 de junio. 

Mas de tres cuartos de entrada. 

Toros de Garcigrande, Carlos Núñez, Juan Pedro Domecq, Álvaro Núñez, El Freixo y Santiago Domecq. 

JOSÉ MARÍA MANZANARES, dos orejas, oreja. 

ALEJANDRO TALAVANTE, que sustituye a Morante: silencio, dos orejas y rabo.

ANDRES ROCA REY, dos orejas, silencio.


viernes, 7 de julio de 2023

Los Sanfermines 2023, coincide con el centenario de la primera visita de Ernest Hemingway a Pamplona.



 Los Sanfermines en Pamplona, una fiesta conocida mundialmente
por sus encierros de toros y que atrae a multitudes de turistas, se celebrarán desde este 6 de julio como vienen siendo costumbre en algunas regiones de España. Los Sanfermines 2023 contarán con un programa oficial de fiestas con 542 actos programados por el Ayuntamiento de Pamplona para las 204 horas de fiestas. Desde el mediodía del 6 de julio con el Chupinazo hasta la medianoche del 14 de julio con el Pobre de Mí, se irán sucediendo conciertos, encierros, fuegos artificiales, música en la calle, jotas, actividades infantiles, zona joven, actos institucionales y muchas citas más en un año que coincide con el centenario de la primera visita de Ernest Hemingway a Pamplona.

Sanfermin is one of the greatest fiestas in the world. These fiestas should be visited by everyone at least once in the lifetime.

⭕ SAN FERMÍN 2023

8 de jul. 🐃Toros de José Escolar Gil ( https://fb.watch/lFguIyNTNW/ ) ( https://fb.watch/lFYnlUR91y/ )

9 de jul. 🐃Toros de José Cebada Cabo ( https://fb.watch/lHSKTftPjq/ ) ( https://fb.watch/lG_GtCqIMe/ )
10 de jul. 🐃Toros de Fuente Ymbro ( https://fb.watch/lHSSISKlhO/ )
11 de jul. 🐃Toros de Núñez del Cuvillo ( https://youtu.be/gG2_ymNtaR8 )
12 de jul. 🐃Toros de Jandilla ( https://youtu.be/QnStiqS85hc )
14 de jul. 🐃Toros de Miura

Horarios;
🇵🇪 Perú 00:30
🇲🇽 México 23:30
🇨🇴 Colombia 00:30
🇪🇨 Ecuador 00:30
🇪🇸 España 08:00


miércoles, 15 de febrero de 2023

FERIA DE CUTERVO

 


Guillermo escribió:

 "FERIA DE CUTERVO 

Hoy día martes 14 de febrero, se tomarán ,decisiones importantes
para la próxima feria san juan Bautista 2023. He tomado la decisión de no participar en el concurso convocado para hoy- porque dudo de la seriedad de dicho acto. El municipio invita para formar el comité el pasado viernes 10 y con una sospechosa rapidez fija como fecha para abrir ofertas el día de hoy 14 de febrero., solicitando condiciones burocráticas muy difícil de cumplir en dos días útiles. Se viene comentando en el ambiente taurino que ya todo está arreglado para favorecer a madrugador postor. Tengo la mala experiencia del año pasado, donde se invito a participar para similar concurso, estando todo arreglado con anticipación para favorecer a madrugador postor, que se presentó con su portatil a ultima hora y con la peor oferta gano.- porque el anterior mañoso Alcalde decidió con votacion a mano alzada y arreglada al ganador. El único argumento del ganador fue traer 8 toros españoles y realizar en el mes de Agosto un festejo taurino a favor de la reconstrucción de la Iglesia., la respuesta NO CUMPLIO. Ahora se comenta que el principal argumento es la presentación de una figura del toreo,. lo que me alegra -pero esto debe estar acompañado por la presencia del toro toro y carteles rematados con la participación de un peruano por tarde y de conocidas figuras del toreo que hayan toreado en Las Ventas de Madrid., Se deben dar novilladas formales con un mínimo de cuatro novillos por tarde y una última de seis novillos. Se pueden hacer muchas cosas importantes, pero cuando hay rumores negativos, prefiero dejar mis buenos deseos de participar hasta cuando se vean las cosas transparentes."





sábado, 29 de enero de 2022

GANADERÍA Y NOVILLEROS TRIUNFAN EN JURIQUILLA

 


GANADERÍA Y NOVILLEROS TRIUNFAN EN JURIQUILLA


 Tarde agradable en  la plaza de toros Provincia de Juriquilla. Media plaza del aforo permitido.


 TRIUNFAN EN JURIQUILLA 

Tarik Othón. Oreja y dos orejas

Arturo Gilio. Oreja y dos orejas

Jorge Martínez. Dos orejas y palmas 

Manuel Perera. Dos orejas y palmas.


 Encierro de la Ganadería de Río Tinto de Don Miguel Barroso. Muy buenos ejemplares que dieron un gran juego, destacando el 3ro de nombre Hermano de 380 kg (arrastre lento), 5to de nombre Reencuentro de 395 kg (ovación y arrastre lento) y el 8vo de nombre Jefe con 390 kg (vuelta al ruedo)



domingo, 2 de agosto de 2020

FERIA TAURINA DE OCTUBRE – NOVIEMBRE 2020




GANADERO HERRADA RUBIO ANUNCIA CONFERENCIA DE PRENSA POR  FERIA TAURINA DE OCTUBRE – NOVIEMBRE  2020 “”5 DE ABONO 5″” EN LAS TUNAS CIENEGUILLA CLUB. LIMA PERÚ

El empresario y Ganadero Williams Moisés Herrada Rubio en dicha fecha anunciará la contratación de toros y toreros para la feria cumbre de la tauromaquia para América del Sur. Cinco corridas de toros en arreglo a los cánones  Taurinos que incluyen los espectáculos del antes y después de cada corrida.

Los grandes esfuerzos desplegados para el avance de las obras que en esta primera semana de Agosto completarán el llenado de seis filas más con la cual el coso sumará 21 filas. Demuestra el gran despliegue al cumplirse un mes de los permisos correspondientes otorgados desde el 1 de Julio 2020.

En lo relacionado a la feria taurina en LAS TUNAS CIENEGUILLA CLUB,, se espera que las normas sanitarias para el mes de noviembre queden perfectamente entendidas y leídas para anunciarlas con la atención correspondiente, así como también anunciar el cartel base el día sábado 5 de Septiembre 2020 en el Hornero de Camacho a las 6 de la tarde.

Una vez anunciado la base del cartel con las figuras por anunciar y las ganaderías nacionales y extranjeras, se procederá a la apertura del correspondiente abono ferial.

El ganadero Williams Moisés Herrada Rubio invita al periodismo Taurino y a los amigos para la fecha indicada y agradece la gentil y amable concurrencia con las atenciones correspondiente al caso.

QUE NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS Y LA VIRGENCITA DEL ROSARIO REPARTA SUERTE POR LA ANHELADA UNIÓN Y FRATERNIDAD TAURINA.
Lima 2 de Agosto 2020



Una vez anunciado la base del cartel con las figuras por anunciar y las ganaderías nacionales y extranjeras, se procederá a la apertura del correspondiente abono ferial.

El ganadero Williams Moisés Herrada Rubio invita al periodismo Taurino y a los amigos para la fecha indicada y agradece la gentil y amable concurrencia con las atenciones correspondiente al caso.

QUE NUESTRO SEÑOR DE LOS MILAGROS Y LA VIRGENCITA DEL ROSARIO REPARTA SUERTE POR LA ANHELADA UNIÓN Y FRATERNIDAD TAURINA.
Lima 2 de Agosto 2020

Juan Gualberto Rondinelli Garay

Magdalena del Mar Lima Perú

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sábado, 2 de mayo de 2020

Paco Ramos Castellón una oreja



 Paco Ramos Castellón  domingo 24 de marzo de 2019

Castellón, domingo 24 de marzo de 2019. Feria de la Magdalena. Toros de Adolfo Martín, bien presentados y de juego variado; destacaron sobre el resto tercero y sexto, con mucha calidad. Paco Ramos, oreja y ovación con saludos tras aviso; Abel Valls, silencio tras aviso en ambos; Vicente Soler, ovación con saludos y silencio tras aviso. Entrada: Dos tercios. Saludaron en el segundo, Curro Robles y Diego Valladar.


Paco Ramos. Castellón. 24.03.2019 from Mundotoro.com on Vimeo.


miércoles, 29 de abril de 2020

Antonio Ordóñez, el catedrático del toreo




Luis Muñoz Palomo





REFRANES Y FRASES DE TAUROMAQUIA.

Cargar la suerte, es cambiar el ventajoso toreo en línea por la hondura y la profundidad, al cargar el cuerpo sobre la pierna contraria.

LA CORNADA DE UN PAVO SIN ALAS A ANTONIO ORDOÑEZ.

Los que alcanzan el grado de figuras del toreo asumen con toda naturalidad que los toros tienen
cuernos, cogen, hieren y a veces hasta matan.
Antonio Ordoñez Araujo siendo un chaval, fue corneado por un “ Pavo “ y demostró que estaba preparado para lo que se presentara en el mundo del toro. La cornada:
En Sevilla conoció Antonio Ordoñez a los Vazquez, en la casa donde vivían por la mañana toreaban de salón y por la tarde iban algunos amigos y entre ellos Antonio Ordoñez para practicar el toreo.
Una de aquellas tardes, los muchachos entregados a su juego, Antonio Vazquez con una cornamenta de un toro de Antonio Pérez Tabernero que había matado en Sevilla su hermano Pepe Luis, se presentó para la faena. Antonio Ordoñez al ver aquellas hasta tan finas y puntiagudas dijo:
“ Buen pavo debió de ser este “ embestía uno de ellos con la cornamenta y se corría el turno, todos toreaban.
Antonio Vazquez que era el toro en aquel momento, se fue hacia Antonio Ordoñez con mucha fuerza y brío. Antonio Ordoñez apoyado sobre los talones, lo esperó y este recibió un puntazo en su pierna derecha, Ordoñez siguió toreando, la faena continuo hasta bien entrada la noche y Antonio Ordoñez no quiso decir nada, estaba herido, en su casa tampoco dijo nada y la herida se infectó, cuando quiso darse cuenta tuvo que estar quince días en la cama sin poder mover la pierna. Así es el toreo, así son los toreros, se dice que están hechos de otra pasta.

PROFECÍA CUMPLIDA.

Antonio Sánchez “ El Tato “ tomó la alternativa en Madrid el día 30 de Octubre del año 1853 en una corrida de ocho toros que murieron a manos de Curro “ Cúchares,” Cayetano Sanz, Manuel Arjona y el neófito, “ El Tato,” fue el que había de ser su suegro quien le cediera su doble turno, o sea los toros primero y último.
Ya era “ El Tato “ por entonces bastante popular, contaba con muchas simpatías y permitía fundar las mejores esperanzas sobre su porvenir, por lo que un revistero de la época escribió estos versos con ocasión de dicho doctorado.

Entre lo malo y barato
que por estas plazas vemos,
con júbilo saludemos
a Antonio Sánchez “ El Tato.”
Tiene un arte y un valor
demostrados por entero;
será “ El Tato “ un gran torero.
Lo digo yo, si, señor.



sábado, 29 de febrero de 2020

Don ''ANGEL SOLIMANO SARDI "ANGELILLO"


                                   ¡Angelillo, enséñame a torear!


Don  ''ANGEL SOLIMANO SARDI "ANGELILLO"

Pocas otras cosas transmiten la imagen de poder y fiereza que un toro de lidia recién salido del toril pidiendo guerra: una tromba de quinientos kilos, bufadora, dando vueltas por el redondel y con dos cuchillos enhiestos ávidos de clavarse en lo que sea.

Mi primer recuerdo de Angelillo es haberlo visto enfrentándose a una de estas fieras en la plaza de Acho, en la época en que los peones de brega daban los lances de tanteo –es decir, tenían el primer contacto con el toro recién salido- mientras el matador observaba las trayectorias y los resabios del animal desde el burladero antes de disponerse él mismo a lidiarlo. Ni recuerdo quién era el matador en esa ocasión, pues yo tenía siete u ocho años, pero una escena sobrecogedora vive intacta en memoria hasta hoy: Angelillo dirigiéndose al toro que acometía con todo su poder, y tropezando en su misma cara –un terrible ¡ay! en los tendidos-, y la improvisación del quite que se hizo a sí mismo, echando el capote al aire por encima de la cabeza mientras caía al suelo y desviando los cuernos un palmo por encima de su montera. La plaza entera lo ovacionó de pie y el matador le indicó que se destocase para saludar, pues los subalternos no pueden quitarse la montera sin el permiso de su superior jerárquico: en las corridas de toros las formas y la jerarquía, así como la puntualidad, se respetan más que en cualquier otra actividad. ¿Será acaso que una rígida estructuración de las acciones en esos coliseos protege, como un espejismo de ritual controlado, a quienes se enfrentan a la muerte en la arena?

Un par de años después de esa proeza de habilidad, reflejos y sangre fría, fue que le pedí a Angelillo
que me enseñara a torear. Fue en Huampaní, que estuvo de moda allá por los años cincuenta y donde muchas familias limeñas alquilaban por unos días los chalets que allí ofrecían para gozar del limpio sol de Chaclacayo, especialmente durante los húmedos inviernos de la capital. Era un edén para los niños: la novedad de poder elegir a la carta (austero menú) las tres comidas en el inmenso comedor del complejo, trocándolas de momento por el omnipresente arroz con los guisos de la entrañable cocina casera; tener el día entero para holgar por los enormes vericuetos arbolados, eso sí que reportándonos con frecuencia ante la vigilancia paterna; y jugando hasta cansarnos con las máquinas de fulbito y otras atracciones en el salón; y, sobre todo, los ilimitados chapuzones en la piscina a la intemperie, entre los montes y el bosque frondoso con el aire más puro que los pulmones pudieran admitir. Huampaní era el regalo más codiciado para los niños de mi generación durante las vacaciones de julio y, por tanto, durante la época de las Fiestas Patrias el centro estaba repleto. Las reservaciones tenían que hacerse con semanas o meses de anticipación.

Así, contando no más de nueve o diez años de alborotado habitante terrícola, una de esas mañanas de apiñada congregación en el comedor de Huampaní distinguí, en una mesa contigua, una cara conocida –trigueña clara, rasgos finos, pelo ondulado- que ya la había visto antes asentada sobre un cuerpo envuelto en un traje de luces, en varias temporadas en la plaza de Acho (mi padre me llevó a los toros desde que tuve uso de razón, y por esa época yo soñaba con ser torero): ¡el mismo banderillero del famoso auto-quite, Angelillo! Estaba acompañado de una señora muy blanca y de facciones hermosas, que mostraba una sonrisa buena. Cuando uno tiene 10 años, cualquier mujer –cualquier persona- de veinte o mayor califica para el asilo. Por eso, en mi recuerdo, Gladys –que así se llamaba la flamante esposa de Angelillo- era una “señora grande” de unos veinte a veinticinco años de edad. Previa autorización paterna, mi hermano y yo nos acercamos a la mesa de estos egregios comensales –después nos enteraríamos de que eran lunamieleros– para saludarlos (“¡Hola, tú eres Angelillo”!), y ellos nos recibieron con mucha simpatía y hasta cariño –quizá porque un subalterno de la lidia no estaba tan acostumbrado, como los matadores de éxito lo estaban, a que se les reconociera en el restaurante de una villa vacacional, a muchos kilómetros de la plaza- y así, por una genuina bonhomía o por la gratitud de un ego ensalzado, Angelillo firmó la sentencia de su tortura. No creo que ningún otro recién casado, desde que se inventó la luna de miel, haya estado sometido a un acoso tan inclemente como el que dos niños fanáticos de los toros –y muy impertinentes- le prodigaron al ciudadano Angel Solimano, cuyo remoquete taurino fue “Angelillo”, y a su bonita novia.

Un par de días antes, mi hermano y yo habíamos descubierto que en un paraje de los alrededores pastaba una vaca vieja, llena de mataduras y con la cornamenta recortada, atada a un árbol. Nuestra imaginación infantil habría visto, en vez de unos molinos de viento, a un terrible miura listo a despanzurrarnos. Por eso, jamás nos acercamos al animal a más de unos cinco o seis metros, claro que amparados en los cubrecamas del dormitorio que, a guisa de capotes, los habíamos sacado subrepticiamente del chalet. Citábamos a la vaca a la verónica, con el trapo por delante, imitando con nuestros cuerpos el garbo de los matadores, y por supuesto que, como si la cosa no fuese con ella, la vaca seguía agenciándose su sustento de la broza del terreno. Pero por nada del mundo nos atrevíamos a acercarnos, pues muchas veces habíamos vistos volar a los diestros como unos peleles cuando eran cogidos, y no queríamos exponernos a ello sin el beneficio de un quite y de una enfermería al canto.

Entonces, lo lógico era que quien se acercase a la fiera fuese alguien del oficio, un profesional que estuviese a la mano. ¡Y qué a la mano!

Por lo menos durante toda una semana y casi a todas horas del día, mi hermano y yo íbamos en taurómaca romería hasta el chalet de Angel y Gladys, algo más alejado que el resto, como correspondía a la privacidad de los recién casados. Por razones intuidas -en nuestra ya algo disipada mente infantil-, los novios pasaban la mayor parte del tiempo dentro que fuera; entonces, en cualquier momento del día –la noche entera sí los guarecía del asedio- dos mocosos palomillas se llegaban hasta la puerta del torero y su mujer a gritar en coro: “¡Angelillo, enséñame a torear”!

Y, dando muestras de una paciencia más que jobiana, al cabo de unos momentos siempre aparecía Angelillo, algunas veces despeinado y con el estigma de la modorra en el rostro, pero de buen talante y sonriente. Entonces nos íbamos a torear a la vaca. Torear a la vaca era acercarnos hasta tocarle los cuernos -la proeza que nos enseñó Angelillo- sin necesidad de una manta. ¡Era tan bravo nuestro torero que ni necesitaba un engaño para dominar al bovino! Jamás le advertimos temor en los ojos cada vez que se acercaba a la bestia corrupia de nuestra imaginación, y ese valor sobrehumano nos alentó a mi hermano y a mí para acercarnos y sentir que los tendidos de fantasía -que eran los árboles de ese paraje- se estremecían ante dos niños valientes que desplantaban a la bestia ya domada.

Sólo una vez sentimos algo parecido al remordimiento en una de nuestras convocaciones al maestro: una tarde adormecida, a la hora de la siesta, encontramos a la pareja en un sillón del breve patio delante del chalet. Gladys, que estaba sentada sobre el regazo de Angelillo, tenía las piernas expuestas, y él dejó de acariciarlas apenas nos divisó. Ella se levantó y corrió adentro, mientras él, sin gesto agrio, nos llevó a torear a la vaca, y en el camino nos enseñaba cómo agarrar bien la manta que hacía de un improvisado capote gris sin esclavina.

Hay que poner las cosas en un contexto que permita comprender las razones de este par de chiquillos.
La afición a los toros, por lo general, se mama. Hay quienes llegan a ella en la adolescencia o, aún, durante la adultez. No es lo mismo. Ya uno tiene sus valores más o menos firmemente establecidos. La muerte de un animal tras un tormento de veinte minutos puede hacer mucha mella en quienes asisten a una corrida de toros por primera vez en edad racional. En cambio, para cualquier niño que haya ido a una plaza de toros, generalmente de la mano de su padre u otro familiar adulto, antes de la formación del juicio, o sea antes de los siete u ocho años, el espectáculo se asimila como algo de lo más natural. Así, también, ocurre con las peleas de gallos, la caza y la pesca -estas dos últimas actividades muy comunes en casi todas las culturas-. Nadie ha podido demostrar que un toro sufre más que un merlín, el cual, también, durante varios minutos lucha por su vida con un enorme anzuelo enganchado en la boca, mientras el pescador –la mayoría de las veces deportivo, y sin la intención de aprovechar su carne- le suelta el cordel para darle la ilusión de un escape y que así se fatigue más pronto y amengüe la resistencia. O la caza de las ballenas en las Islas Feroe, en Dinamarca, donde el mar se tiñe con la rojez de la sangre tras una masacre anual. Estos cetáceos –decenas de ellos- se acercan a la orilla en busca de alimento, donde los jóvenes les asestan golpes con una especie de machete: les seccionan la médula espinal y los paralizan. Lo mismo se puede decir de los safaris y hasta de la caza de los pichones con una escopeta de perdigones, por el mero placer de acertar en un blanco vivo y volante. La naturaleza es cruel, y el ser humano es parte de esa selva donde la ley es comerse a unos seres vivos o que ellos te coman a ti.

Muchas veces, por remilgos escrupulosos de la madurez, he puesto en revisión mi afición por las corridas de toros, y mi inteligencia me ha dicho que es una fiesta bárbara y cruel. Entonces, mi opción humana, a la luz de un razonamiento más sabio y añejo, tuvo que haber sido renegar de ella, como ha ocurrido con algunos aficionados que devinieron antitaurinos. Pero, como en todos los ámbitos del vivir, en lo que se refiere a las corridas de toros no sólo manda la razón, sino que hay, también, un conglomerado de motivos sustentados en la emoción, la costumbre, la tradición, en fin, en todos esos elementos culturales que configuran a los pueblos y que no siempre atienden a la piedad ni a la inteligencia. No me cabe la duda de que el espectáculo de la tauromaquia está finalmente condenado a desaparecer. Pero lo mismo tendrá que ocurrir primero con la pesca y con la caza deportivas, actividades del matar por matar –muy poco cuestionadas en el mundo “civilizado”– y que no necesariamente sacian hambres humanas y que ni alimentan arte ninguna. Es más, ojalá que un día los humanos no tengamos que matar animales para alimentarnos de ellos. Pero por el momento las cosas son como son, y nosotros somos los hijos de nuestro tiempo.

Es absurdo atribuirle a un animal las características humanas y proyectar en ellos los atributos tan abstractos como el honor, la elegancia y el derecho. Sin embargo, así como –también- a través de los milenios, y hasta en épocas recientes, se le atribuyeron a ciertas deidades unas características tan humanas como la pasión, el odio, la venganza y la ira, permítaseme por un caprichoso instante, en aras de una dialéctica entecona, dotar al toro de lidia –quizá el animal más hermoso y, por cierto, la imagen suma de la fuerza y la bravura- con el poder de decidir su destino. Si pudiera averiguarse su preferencia, ¿decidiría este animal ir a morir al matadero, electrocutado o a golpes, o ser castrado y llevar el yugo para arar la tierra hasta su muerte? ¿O sería su elección el morir como un gladiador armado, con el derecho de matar también, tras un cuarto de hora de lucha sangrienta? No lo sé, ni nadie nunca lo sabrá; pero, si en el reino bovino existiese la variedad de pareceres que nos caracteriza a la especie dominante, y siendo su destino final proveer de carne a los hombres, sospecho que la mayoría de los toros –especialmente los de lidia, nacidos y criados para luchar- irían por lo segundo.

Durante los años de nuestra juventud, cada temporada taurina mi hermano y yo esperábamos la
llegada de las cuadrillas a la plaza en las tardes de toros, y cómo nos envanecía que uno de los lidiadores, por más que vistiese la plata en lugar del oro, nos reconociera entre el gentío y nos llamara por nuestros nombres y que nos abrazara con afecto. También veíamos a Angel en casa del tío Amadeo Bresciani, quien, por mucho tiempo, fue el factótum de la actividad taurina en el país, en su condición de director de espectáculos de la Municipalidad del Rímac, pero, sobre todo, por su condición de ser –tal vez- la persona más entendida en los intríngulis de la fiesta brava en Lima

Muchos años nos separaron de Angel, hasta que una tarde de toros -ya maduros mi hermano y yo- nos lo encontramos en el tendido como un espectador más. Estaba viejo y flaco, y había tristeza en su expresión, la cual se tornó llanto franco cuando le preguntamos por Gladys : “No quiero hablar de ella”, nos dijo, y no insistimos al respecto.

Varias veces después lo vimos en la plaza, tocado con una cachucha y en silla de ruedas, y tenía esa
expresión de los que ya no andan por aquí. Una vez que nos acercamos no nos reconoció, pero así y todo le recordamos quiénes éramos y, otra vez, se puso a llorar. A partir de ahí decidimos no volver a perturbarle la vejez con unas memorias evidentemente dolorosas y nos limitábamos a verlo de lejos con el cariño de siempre. Más todavía, porque en la madurez comprendíamos mejor hasta qué punto había sido un hombre bueno con dos niños impertinentes y desconocidos.

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Carlos Castillo, Por; Carlos Castillo Alejos 

TOREROS PERUANOS EN EL RECUERDO: BANDERILLERO ÁNGEL SOLIMANO
“ANGELILLO”

Ángel Evaristo Solimano Sardi nació en Canta (Lima) el 14 de octubre de 1917. Hijo de don Alfredo Solimano Gisolfo y doña Luisa Sardi Casanova.

Su afición nace de vivir en las afueras de la puerta de sombra de la Plaza de Acho, en la Calle "La Aspiración", en el Barrio del Rímac. Su vida taurina la empieza como monosabio. Posteriormente, a la edad de 12 años, sale de banderillero en la Plaza "Juan Belmonte" de Tarma (Junín) en compañía de Adolfo Rojas "El Nene", quien alternaba con "Miura" y César Sánchez. Actuando luego en las plazas de Canta (Lima) y Carhuaz (Ancash). Esporádicamente actuó como novillero.

Debutó en la Plaza de Acho el 12 de octubre de 1941, en una novillada en la que alternaban Guillermo Rodríguez "El Sargento", "El Nene" e Isidoro Morales, con ganado de Arequipa. Durante su carrera taurina recibió los consejos de su padrino Alejandro Arrieta "Moyano de Lima", Rafael Valera "Rafaelillo" y José Murro.

Su primera cogida de importancia fue en la última corrida del matador mexicano Fermín Espinoza "Armillita" en el año 1942, con ganado de Asín, al banderillear el sexto toro resultó herido en el muslo. Durante su dilata vida profesional recibió doce cornadas, tres de ellas en la plaza de Acho, algunas de ellas de gravedad.

El 15 de noviembre de 1942 fue premiado por el Jefe de Estado, Manuel Prado Ugarteche, en tarde en la que "Armillita" cortó dos orejas y rabo a un toro de La Viña.

Fue un destacado y eficiente peón de brega y pinturero banderillero de lujo. Destacó por sus buenas maneras. Siempre se mostró muy reposado, con gran voluntad. Manejó el capote de brega con soltura, inteligencia y experiencia. Logró los aplausos al ejecutar la suerte de banderillas por su forma y estilo colocándose en un lugar preferente entre los rehileteros nacionales. Ha toreado con todas las figuras del toreo de los años cuarenta hasta los setenta. Ha actuado también ruedos de Bolivia, Ecuador, Chile, Cuba, España y Marruecos.

Tuve la suerte de que me representará en algunas de mis actuaciones como novillero recibiendo importantes consejos. Siempre será recordado por su amena conversación, el detallismo a la hora de contar sus experiencias y, sobre todo, por ser un gran caballero y mejor amigo.

Antes de ser torero fue un buen futbolista del Club Manuel Acevedo del Rímac. En las canchas de fútbol se le conocía con el nombre de "Nonem".

Falleció en Lima el 2 de enero de 2011 a los 93 años de edad.


El escritor Samuel Joya dedicó un pasacalle a "Angelillo":

La vieja plaza se ha vestido de sus galas,
de sangre, de arena y de sol,
en sus tendidos se ha volcado la afición
con alegría delirante
y con ansías de aplaudir a su lado.
Y es que ha salido a los medios
un chavalillo precoz
que con salero y elegancia toreará,
él se ceñirá, él se animará,
es el valiente “Angelillo”
una promesa taurina
que al lado de su maestro
el bravo “Moyano” se está perfilando.
¡Olé! la fiesta bravía,
viva el chaval sin igual
que en esta tarde de toros
sus hechuras lucirá.

Carlos castillo Alejos; PeruTaurino