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jueves, 25 de enero de 2024

Andrés Roca Rey asistió a la inauguración del Cortijo “Don Pedro Moreno”


 

Inauguración del Cortijo “Don Pedro Moreno”


El pasado miércoles 24 de Enero a las 13:00 hrs, en las instalaciones de la Ganadería Pablo Moreno, se reinauguró de la plaza de tientas, la cual ahora lleva el nombre de "Cortijo Don Pedro Moreno". Este emotivo acto rindió homenaje al legado del taurino y novillero, Don Pedro Moreno Melendez.


Más de 75 taurinos y amigos provenientes de todos los rincones de la República Mexicana, Perú y España se unieron para conmemorar este evento. El ambiente estuvo impregnado de emoción y camaradería, destacando la pasión compartida por la tauromaquia.


La jornada incluyó una tienta protagonizada por la máxima figura mundial
del toreo, Andrés Roca Rey. El diestro peruano llevó a cabo labores de campo con cuatro ejemplares de nota alta.


El nombre "Cortijo Pedro Moreno" fue cuidadosamente seleccionado en
memoria de Don Pedro Moreno Melendez, cuya influencia perdura en cada rincón de la historia de la ganadería. Su legado y pasión por la tauromaquia se reflejan ahora en este espacio emblemático.

El evento concluyó en una convivencia y con un banquete organizado por parte del Chef y Amigo de la casa, Leonardo Delgadillo.

VDO; https://fb.watch/pOHDzlGtaL/



viernes, 25 de junio de 2021

El DÍA que un ANTITAURINO, asistió a un Festejo Taurino

 



Tauromaquias

El DÍA que un ANTITAURINO, el escritor SERGIO DEL MOLINO, asistió por primera vez a una corrida de toros. Esto fue lo que escribió: 

"... No me he caído de ningún caballo, no soy un converso ni me voy a sacar el abono de la temporada que viene. Puede que no vuelva a ver una corrida en mi vida, pero me alegro mucho de que Chapu me invitara a conocer su mundo. Me siento un privilegiado por haber visto algo rarísimo que atenta gravemente contra el espíritu de los tiempos, algo que pone a prueba no sólo mi sensibilidad, sino la de toda la sociedad. El espectáculo y su rito plantean dilemas muy incómodos que no se pueden resolver desde una atalaya moral. Es muy facilón señalar lo evidente: que hay un animal que sufre y muere para proporcionar deleite estético. No se puede negar. Ningún taurino decente y sincero debería negarlo. Pero no es menos cierto que el público que asiste a las corridas no se compone de psicópatas sádicos ávidos de morbo y salpicaduras de sangre. No es el sufrimiento de un animal lo que les lleva a la plaza sino la potencia simbólica del ritual, la representación de una tragedia donde todo sucede de verdad. Porque eso es una corrida: la teatralización de una lucha, pero es un teatro donde todo es real, que termina con la muerte real y en el que el torero tiene un peligro real de morir. No son actores representando Medea. El espectador sabe que no hay fingimiento, que al terminar la función no caerán las máscaras..."