martes, 25 de abril de 2017

"Los toros del miedo"



"Los toros del miedo"

Por: RAMOS "PEPE"  CESPEDES  LINARES

A mediados del siglo pasado, los toros de esta ganadería peruana gozaban de terrorífica fama, en 1946  se habían  presentado en Lima  como ganadería de media casta en un Festival donde Don Ricardo Bustamante Caldas (conocedor y hombre de confianza de los propietarios)  probaba unos erales que había obtenido de la cruza de sementales origen Rinconada de Mala con vacas mexicanas de La Punta.

Don Ricardo, un auténtico hombre de campo, atesoraba grandes conocimientos del toro bravo por haber trabajado desde muy joven en la ganadería Vilcahuara y le acompañaba además la honrosa distinción de haber trasladado todo el ganado que esa ganaderia vendió a La Viña en Mayo de 1929. Se decía que había conducido el hato en trashumancia desde Lima hasta Jayanca en poco mas de un mes sin ninguna pérdida en la manada ¡Toda una hazaña vaquera!  por tales  motivos, los hermanos Larco Hoyle deciden traerlo a Trujillo en 1944 para que se haga cargo de su dehesa en formación y donde sus opiniones fueron rápidamente aceptadas como ley irrefutable en materia de ganado bravo.

Su excelente trabajo de selección y depuración con las reses de Salamanca, permiten que cinco años después de las primeras cruzas experimentales, en 1951, sean presentadas nuevamente en Lima, esta vez como ganadería de pura casta, los productos que torean mano a mano Eladio Sacristán Fuentes y Julio Sommerkamp.

Debido quizás al excesivo celo que puso en buscar la casta sobre la nobleza, hizo que sus toros resultasen  demasiado exigentes; lo bravo salía con mucho temperamento y lo manso se defendía con ilidiable genio.

En 1956,  buscando mejorar la sangre de su encaste, Javier Larco Hoyle y Don Ricardo Bustamante  viajan a España donde adquieren tres sementales de Juan Pedro Domecq Diez  de nombre: "Desterrado" "Gaviero" y  "Gacelo".

Una vez llegado los toros a Perú y en medio de la mayor reserva, Don Ricardo y sus hijos toreros Hugo y Telmo inician una exahustiva tienta y retienta de todas sus vacas tratando de encontrar los vientres necesarios para las tres joyas adquiridas; hay extremo secretismo en Chiclin, pocos saben lo que sucede detrás de la tapia de la placita de tientas de Salamanca, mientras en el campo, los tres toros españoles  (posiblemente  el desecho picante de Mora Figueroa que Juan Pedro no deseaba entonces) se adaptan al clima seco y caluroso de La Libertad.


Para 1961,  los primeros productos del nuevo cruce (camada del 58) ya son utreros y se presentan en Lima en una novillada, el resultado no satisface a los ganaderos quienes se quedan con la impresión que sus novillos no han lucido lo suficiente y debido a que  les urge conocer el comportamiento de esta camada como toros para la Feria de Octubre, encargan a Don Ricardo para que organice una corrida  tan pronto las reses alcancen la edad necesaria.

La familia Bustamante en pleno, se avoca a esa empresa y asignan a Telmo la saca de cuatro ejemplares que ese año 1962, estarían con los cuatro años cumplidos; son cuatro toros negros enmorrilados de diversa cornamenta:  dos delanteros, uno ligeramente brocho y otro que es un dije  por la perfecta armonía de sus hechuras, todos están sobre los 500 kilos desde ese pasado invierno y asi, con lo del ganado listo, solo les  falta decidir la plaza y los toreros.

Como plaza cercana, Trujillo es la opción lógica pero recuerdan que en recientes corridas no ha asistido mucho público a ese coso y aún cuando van a presupuesto libre pues auspician los propios ganaderos, necesitan una plaza llena para que sea el marco ideal a tan precioso encierro ¡Piensen muchachos! les arenga su padre. Hugo menciona Acho pero indica que  una vez pasado Octubre y con los gastos navideños de Diciembre, los limeños no quieren saber nada de toros por esas fechas... en eso le surge una idea  ¡Tumán!  claro que si, en primero de Enero es siempre un éxito de taquilla, la única inconveniencia es que el ruedo es algo chico, no llega a los cuarenta metros...  ¡ Mejor aún ! dice don Ricardo quiero ver mis toros ir y venir sin agobiarse...y ahora los toreros...

Eso no es problema, menciona Hugo quien lleva la voz cantante, seremos los cuatro que estamos arriba en el escalafón y que llevamos más de cuarenta corridas toreadas este año, estoy hablando de Adolfo, Paco, Juan y Yo por supuesto. Me parece muy bien dice don Ricardo quien ve en su hijo el fruto de sus enseñanzas y su afición... es más, continúa el viejo mayoral, quiero que tú Hugo torees al Gacelito porque ese toro regresa a la casa de semental, su bravura está garantizada y es inmejorable de tipo. Lo pondremos a padrear después de la corrida.

La corrida aunque con incidencias, resultó exitosa en conjunto. La plaza con esos llenos de primero de enero en Tumán,  hervía de expectación y aunque comenzó con retrazo por el incidente del sorteo, rompió a aplaudir al partir plaza los cuatro mejores toreros peruanos de esa época. Adolfo Rojas "El Nene" de azul y oro; Paco  Céspedes de celeste y blanco; Juan Urquizo de nazareno y plata y Hugo Bustamante de caña y oro con cabos negros.

Acompañaron cuatro excelentes subalternos: Félix Rivera, Antonio Navarro, Manolo López y Leonardo Pomar quienes bregaron y banderillearon toda la corrida por acuerdo previo con Don Ricardo Bustamante. Rivera y López con el capote, Pomar y Navarro con los palos. Todo minuciosamente detallado para lucir la calidad de los toros del nuevo cruce Domecq.

Caldeados los ánimos como estaban, fue una tarde de verdaderos leones:  El Nene toreó magistralmente al primero, cortó una oreja tras pinchar. Paco  Céspedes inspirado y valiente mató de certero estocadón en los medios, cortó dos. Juan Urquizo que salió a por todas  con su toreo de raza, corto otras dos y Hugo Bustamante en  variada faena, indultó al bravo cuarto.

La siguiente camada aprobada de las reses de ese encaste, se presentaron en Lima  el 26 de Noviembre de 1967  en la denominada "Corrida del Toro" para los diestros Julio Aparicio, Curro Girón, Paco Camino, El Pireo, Paquirri y Pedro Benjumea. Don Ricardo Bustamante  no pudo ver el juego de sus toros en esa presentación pues falleció dos meses antes el 1 de Octubre del mismo año.

Muchos éxitos más vinieron  en las siguientes  Feria del Señor de los Milagros  para los toros de  Salamanca de la reata  probada originalmente en plenitud de poder por cuatro valientes TOREROS PERUANOS

DINASTIA - CESPEDES

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