Bayona se vestía de gala en la apertura de su feria para una tarde inolvidable. En un escenario plagado de tradición y emoción,
Sebastián Castella celebraba sus 25 años de alternativa con una encerrona que prometía ser un exigente desafío. Con cada pase, el torero de Béziers no solo hizo frente a los toros, sino que también rindió homenaje a su carrera, destacando especialmente con el quinto y el sexto, un astado de Pedraza de Yeltes que dejó huella en la memoria de los asistentes.
La tarde comenzó con una intensidad palpable. Castella, con su habitual temple y entrega, se mostró decidido ante el quinto toro, dejando claro desde el primer muletazo que la ocasión requería lo mejor de sí mismo. Su destreza fue complementada por los banderilleros José Chacón y Rafael Viotti, quienes aportaron su arte en el tercio de banderillas, elevando aún más el nivel del espectáculo.
El cuarto toro, del hierro de Jandilla, también fue testigo de una faena memorable. Con un toreo fundamentado principalmente en la mano derecha, Sebastián Castella logró conectar con el público, quien vibraba con cada movimiento y cada gesto del maestro. Su capacidad para transformar un reto en triunfo reveló no solo su talento innato, sino también su pasión y amor por la tauromaquia.
Las Fêtes de Bayonne, reconocidas por su vibrante mezcla de cultura vasca, musicas y festejos, sumaron un halo festivo a este evento singular. Así, la tarde de toros se convirtió en una celebración de la vida y la trayectoria de un artista que, tras 25 años en la plaza, sigue brillando con luz propia.
Ficha del ferstejo:
Plaza de toros de Bayona, Francia
Corrida en solitario.
Primer festejo de la feria.
Tres cuartos de entrada.
Toros de Jandilla (1º y 4º),
Domingo Hernández (3º y 5º) y
Pedraza de Yeltes (2º y 6º).
SEBASTIÁN CASTELLA, silencio tras aviso, silencio, silencio tras aviso, oreja tras aviso, dos orejas y oreja.
Sebastián Castella, Arènes de Bayonne, coupant quatre oreilles